Exposición Selecciones de Roger Herrera
Roger Herrera
Por Elio Montiel - Agosto 2021.
Hablar de
Roger Herrera es adentrarse en esa generación de Artistas Plásticos perdida,
adolescente de los medios y vías de exposición, de salida, de una generación
que quedó menesterosa producto de la ausencia de institucionalidad o mejor
dicho de la presencia de una, que valorara la importancia de esta generación de
vanguardia de la Venezuela en proceso de decadencia, crítica e irreverente.
Hablar de
Roger Herrera, también significa adentrarse en un ejemplo claro de
dimensionalidad múltiple donde coinciden en sus límites diferentes formas de
expresión artística, difíciles al parecer, para algunos. Sin embargo, Herrera
pareciese saltarse esos límites y accionar en diferentes mundos centrados en la
creación de su elaborado ideal, la esencia de su sentir y unicidad. El discurso
común del hombre de barrio que respira aromas a calle, aun cuando no comparto,
por el ejercicio de la connotación que conlleva, y con la cual ha sido
identificado de manera muy elaborada para describir de donde surge la musa
herreriana, olvida en algunos casos la pluralidad incospicua, la asertividad y
dominio de un dialogo abierto y humano.
No
obstante, desde mis impresiones acerca de su trabajo, creo que al igual que
todo creador, no tiene por qué regirse por la condolencia temática, la estética
en todo caso se exime de eso pues la musa gravita siempre en los hacedores de
arte, aun cuando la obra no deje de identificarse con el origen de quien la
plasma. El verdadero origen juega a la diversidad y se columpia en un parque de
diversiones donde sólo creadores, dioses y musas se encuentran.
Este
Herrera al que quiero referirme, el Artista Plástico, ensalza su cotidianidad
musicalizada, creo yo que, por el rondo continuo y eterno de la calle, ese
mismo que sirve de telón a una imaginación poética. Esa cotidianidad distópica,
la que le permite sumergirse y darle de comer al alma con trazos fuertes y
marcados sin pedir permiso a la desnudez, la evidencia con la que deja la
realidad que teatraliza en sus lienzos, o con sus personajes colocados a manera
de “set” en una realidad vivida y por seguir viviendo; dramática, la misma que
se regresa a su pincel y lo dibuja en esa dinámica realidad con perspectivas
alocadas entramadas de colores con los que puede tocar la esencia del
observador que quizás se mofe con naturalidad diciendo: ¡ese soy yo mi pana!
¿Cuándo me pintaste? Porque el trabajo de Herrera se desenmarca de lo
febrilmente estructurado y sus escenarios violan la intimidad del silencio, de
lo ajeno y lo escribe en su rostro, por lo que puede ser leído con naturalidad
por el otro.
Herrera ha
sido, si pudiéramos decir, una especie de arquetipo de lo particular, de lo
místico y el culto. Desde mi trinchera ignorante, prefiero referirme a él como
un lector de la realidad cotidiana, un lector crítico e ingenuo a la vez, lo
que hace peligroso su discurso desnudo, sin filtros “Alla lo que interpreten
los demás” diría mi alter ego irreverente y saldría a acompañarlo por esas
calles de San Agustín bailando salsa y convertirme así en color dentro de otro
de sus lienzos.
Selecciones,
como su nombre lo dice, es una escasa muestra del talento de Roger Herrera,
quien camina seguro por los entresijos del teatro, la literatura poética, el
cine, la plástica, un performatico de la vida que respira arte y nos acompaña
con su auténtica creatividad.
La Galería
Virtual “Alexi Rojas” tiene hoy el orgullo de presentar una de las tantas
dimensiones de este gran Artista Plástico, poeta, escritor, actor, color y
pincel de la vida y un gran orgullo de nuestro País.
Elio
Montiel.
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